jueves, 29 de septiembre de 2016

OCTUBRE, MES DE LA VIRGEN DE RÍO BLANCO Y PAYPAYA

Como cada año, la fiesta patronal se lleva a cabo los 7 de octubre de cada año, día en que se honra a la Virgen del Rosario, (en Jujuy, bajo el patrocinio de “Rio Blanco y Paypaya”) nombrada de tal manera porque se apareció ante las tribus de aborígenes paypayas de los valles de Jujuy mientras padecían una terrible epidemia y también por los ataques de los chaqueños a los mismos. Son 400 mil personas que honran a esta virgencita de Rio Blanco y Paypaya y cada año son más, los fieles que llegan a la provincia del norte de nuestro país.

Para saber un poco más de estos cultos, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Mons. Daniel Fernández, Obispo de Jujuy, para adentrarnos con profundidad en el tema.
Monseñor Daniel nos contaba que tradicionalmente la feligresía peregrina cada domingo del mes de octubre al santuario de la patrona de Jujuy en Río Blanco, ubicado en el departamento de Palpalá, acompañados de la imagen peregrina, partiendo a las 6 de la mañana desde la iglesia Catedral. A medida que la peregrinación avanza por la ciudad, las personas se van incorporando a este acto de fe desde distintos barrios y zonas de la capital jujeña. Son nueve kilómetros de caminata en el cual, la gente se compromete con su madre protectora, algunos lo demuestran caminando descalzos, mientras que otros van con toda la familia, amigos, compañeros, etc.  

Daniel Fernández detallaba que cada domingo se peregrina al santuario debido a que la Iglesia, desea darle un sentido particular al hacer una convocatoria más precisa, él expresaba que, por ejemplo, el primer domingo del mes, peregrinan las familias de la ciudad capital, el segundo domingo peregrinan las parroquias del interior, mientras que el tercer domingo lo hacen los enfermos, ancianos y por último, el cuarto domingo será el turno de los jóvenes de toda la provincia. Cabe destacar que desde hace 6 años, los peregrinos de la prelatura de Humahuaca, que encierran a los departamentos  de Yavi, Santa Catalina, Susques y Rinconada traen consigo a la patrona de la Prelatura, la Virgen de la Candelaria y este año estarán presentes el tercer domingo de octubre con el Obispo Pedro Olmedo y los peregrinos de la prelatura.

Le preguntamos al obispo desde que puntos de la provincia o del país, los devotos de esta advocación de la virgen llegan hasta Río Blanco y él nos decía que “La fluencia del peregrino es desde toda la provincia, inclusive desde otras provincias, jujeños que se encuentran viviendo en otras partes del país como por ejemplo Buenos Aires, llegan colectivos desde allí para honrar a la virgen”.
 A medida que el peregrino llega hasta su meta, en el santuario se encuentran sacerdotes que atienden confesiones, los diáconos, por otro lado, bendicen objetos religiosos como así también a las mismas personas. Mientras que los servidores del santuario y de la diócesis se encargan de atender cualquier tipo de necesidad del peregrino. Los puestos de salud del SAME

y la Policía de la provincia estarán a disposición de cualquier persona que necesite de atención médica o bien de seguridad u orientación.

Para concluir, el obispo de Jujuy expreso palabras de agradecimiento por estar a cargo del pueblo de Jujuy y lo decía de esta manera: “Para mi es una gracia de Dios muy grande dado que en octubre, yo tenga la experiencia de poder recibir en el santuario a todo el pueblo de Dios, a todos, a tanta gente y a la Virgen, no solo celebrando la santa misa sino también quedándome a confesar, a escuchar las necesidades de la gente durante toda la mañana. Todo eso suma realmente, lo vivo con mucha alegría, lo hago con mucho gusto y me hace mucho bien también porque ahí es donde uno se nutre de la fe del pueblo, a la cual nosotros queremos servir y también crecer desde el servicio pastoral.”

lunes, 5 de septiembre de 2016

La Madre Teresa de Calcuta ya es santa

Cien mil personas se acercaron a la Plaza de San Pedro para la ceremonia de canonización más esperada del año. 

Algunas Misioneras de la Caridad lo vieron acompañadas de 1.500 pobres con asientos reservados en las primeras filas. 

Con estas palabras Francisco declaró oficialmente santa a la Madre de los pobres

"Declaramos y definimos santa a la beata Teresa de Calcuta y la inscribimos en el libro de los Santos”. 

Dos religiosas llevaron una reliquia de la nueva santa. La base está hecha con hierro sucio y sin pulir, que es como la sociedad ve a los pobres a quienes tanto amó Madre Teresa. 

De la nueva santa, el Papa recordó su trabajo a favor de la vida de los que no han nacido y de los marginados. 

A la ceremonia sólo han podido asistir dos monjas de cada demarcación de la Orden que Madre Teresa fundó. La mayoría de las 5.000 religiosas con que cuenta la Orden han visto la ceremonia desde sus casas.